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Poder Personal : La Dicotomia del Control 

Escrito por Redacción +18 | Jan 24, 2024 12:48:18 PM

Poder Personal : La Dicotomía del Control 

 
 PEPE GARCÍA · EL Estoico
 
 

La dicotomía del control de Epicteto es el nombre «técnico» que se le suele dar a una simple habilidad: saber diferenciar qué está bajo nuestro control y qué no. En su «Manual de Vida», Epicteto nos pone en guardia ya en la primera frase: «La felicidad y la libertad comienzan con la clara comprensión de un principio: algunas cosas están bajo nuestro control y otras no.»

En qué consiste la dicotomía del control

Saber diferenciar qué depende de nosotros y qué no es uno de los pilares del estoicismo, y tiene tal importancia práctica que es el primer ejercicio estoico en el que te puedes entrenar desde ahora mismo en tu vida cotidiana.

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Por darte sólo una idea:

  • De ti depende decidir si vas a leer este artículo con toda la atención posible y tomando notas, pensando cómo vas a ponerlo en práctica; y también de ti depende tomar la decisión de leerlo mirando el móvil cada 30 segundos en piloto automático deslizando casi sin leer.
  • De ti no depende lo que va a durar el coronavirus, al igual que no puedes controlar si te vas a contagiar o no. Puedes tomar precauciones, pero no controlar si te contagiarás o no.

La dicotomía del control es simple, pero contundente.

Sencilla de entender, difícil de aplicar.

Epicteto continúa: «Sólo tras haber hecho frente a esta regla fundamental y haber aprendido a distinguir entre lo que podemos controlar y lo que no, serán posibles la tranquilidad interior y la eficacia exterior.»

En efecto, aquí habla de un paso más: la tranquilidad interior y la eficacia exterior. Por tranquilidad interior entendemos la ataraxia, una de las aspiraciones del estoicismo (tranquilidad de espíritu) y por eficacia exterior podemos interpretar que se refiere a la consecución de nuestros objetivos. Dicho con otras palabras: a través de diferenciar qué depende de nosotros y qué no, y actuar en consecuencia, podemos tener paz mental y conseguir lo que nos propongamos.

¿Por qué?

Porque si te centras demasiado en lo que se escapa a tu control, la lógica dice que nunca podrás conseguir aquello que no depende de ti. Pero si concentras tus esfuerzos en lo que puedes controlar, avanzarás. Si te fijas demasiado en lo que no puedes controlar, tu mente estará mas dispersa y no discernirás con claridad lo que sí puedes hacer para mejorar tu vida.

Que tu felicidad dependa de cosas que se escapan a tu control sera tu primera fuente de insatisfacción.

«Bajo control están las opiniones, las aspiraciones, los deseos y las cosas que nos repelen. Fuera de control, sin embargo, hay cosas como el tipo de cuerpo que tenemos, el haber nacido en la riqueza o el tener que hacernos ricos, la forma en que nos ven los demás y nuestra posición en la sociedad.», prosigue Epicteto.

¿Significa eso que podemos controlar nuestro cuerpo o no?

Piénsalo durante unos segundos: ¿qué puedes controlar de tu cuerpo? Puedes controlar el ejercicio que haces, lo que comes, lo que bebes, lo que descansas, etc. No puedes controlar en cambio la forma de tu cuerpo, la anchura de tu espalda, tu altura o si tienes los abdominales marcados.

 

 

Pasos para practicar la dicotomia del control

Para lograr una aproximación mas práctica, he creado un mini-curso de 14 días donde explico de forma práctica cómo entrenarnos en la dicotomía del control. Puedes echarle un vistazo aquí.

Si quieres tener una aproximación más breve, aquí te dejo una serie de pasos para aprender a entrenarnos en la dicotomía del control:

Meditar

Te preguntarás qué tiene que ver la meditación con la dicotomía del control.

Para mí, todo.

Meditando entrenamos a nuestro cerebro a darse cuenta de cuándo hemos dejado de prestar atención a la respiración (o en lo que tú quieras concentrarte) para volver a enfocarnos en ese punto. Es decir, la meditación te entrena en «darte cuenta». Punto clave para darnos cuenta de si algo depende de nosotros o no.

Hacer una lista de posibles escenarios

Amistad, pareja, familia, trabajo, deporte, finanzas personales, etc. Para cada uno de los aspectos de tu vida que te interese mejorar, haz una lista de qué cosas dependen de ti y cuáles no. Esto entrenará a tu cerebro una vez más a «darse cuenta» cuando uno de esos escenarios ocurran, para que actúes en consecuencia.

Actuar

No vas a vivir de las rentas de darte cuenta siempre. Una vez identifiques que depende de ti, debes tomar la responsabilidad de actuar de acuerdo a ello. Ponte en marcha poco a poco, sin agobiarte. Recuerda: un 1% mejor cada día.

Reflexionar y mejorar

No te preocupes si no lo haces todo bien a la primera. Ni siquiera Marco Aurelio lo hizo. Sus Meditaciones reflejan que se recordaba ser mejor persona, mejor líder, mejor ciudadano. Te recomiendo llevar un diario para que escribas qué has hecho bien, qué has hecho mal y en que podrías mejorar. Nadie como tú mism@ para saberlo.

Perdonarte

Relacionado con el punto anterior, no te trates mal si no consigues aplicar la dicotomía del control perfectamente. Aprecia el esfuerzo que estas haciendo. Sé exigente, pero date tiempo.

Una vez mas, cito al emperador de Roma: «No te disgustes, ni desfallezcas, ni te impacientes, si no te resulta siempre factible actuar de acuerdo con rectos principios. Por el contrario, cuando has sido rechazado, reemprende la tarea con renovado ímpetu y date por satisfecho si la mayor parte de tus acciones son bastante más humanas y ama aquello a lo que de nuevo encaminas tus pasos.»